“Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él forman un todo coherente. Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en todo el primero”.
Colosenses 1:17-18
Yo no sé de ustedes, pero cuando no me siento bien o cuando estoy enfermo con un resfriado o gripe, no puedo pensar en otra cosa. Por el contrario, cuando me siento bien, casi nunca pienso en mi salud. ¿No es eso irónico en lo que trata con el cuerpo humano? Los problemas dominan nuestro pensamiento, mientras que pasamos por alto cuando tenemos una buena salud.
Jesús dice que la iglesia es como el cuerpo humano y Dios desea que la iglesia sea una iglesia saludable. Entonces, si queremos construir o mantener una iglesia saludable, ¿qué deberíamos estar buscando?
- Debe tener un cimiento sólido. Alguien que trabaje en construcción sabe bien, si el cimiento no está bien, el edificio entero no quedará parado. Cristo es el cimiento de la iglesia, la roca. Jesús es el cristianismo. El cristianismo es Jesús.
- Debe tener líderes que dirijan. Una iglesia saludable tiene líderes espirituales que constantemente buscan a Cristo—que constantemente apuntan a las personas a Él.
- Debe tener personas que sirvan de apoyo. Una iglesia saludable apoya a sus líderes. Las personas que están involucradas en el ministerio buscan a sus líderes para que les apoyen en su caminar con Cristo, confiando y sometiéndose a su liderazgo.
- Debe tener personas que estén comprometidas. Así como cada parte del cuerpo tiene fuerzas y papeles exclusivos, cada miembro de la iglesia tiene dones exclusivos. La iglesia saludable ve a cada miembro del cuerpo usando esos dones, ya sea enseñando, sirviendo, o dirigiendo a grupo de estudiantes de secundaria.
- Debe tener personas que estén enfocadas en misiones. Las iglesias saludables envían personas [a misiones]. Ellas están enfocadas en la misión principal dada por Cristo—ir y hacer discípulos de todas las naciones.
- Debe estar unida. Una iglesia saludable está unida. Las iglesias cristo-céntricas que están enfocadas en su misión global siempre van a experimentar una unidad increíble.
- Debe aceptar disciplina. La disciplina de la iglesia no se trata de algo perverso, fuerte y prejuicioso. La disciplina de la iglesia se trata de amor. Es un amor duro, pero todo el motivo es amor y la razón total es para restaurar.
Entonces, ¿Cuál es el diagnóstico?–¿Cuán saludable es tu iglesia? Puedes comenzar hoy orando por tu iglesia y por sus líderes. No te detengas ahí. Únete y participa. Busca maneras de utilizar tus habilidades excl